30/09/2020

La COVID -19 puede mejorar la integración de la sostenibilidad en las empresas

La Red Española del Pacto Mundial ha presentado su publicación “ ODS Año 5, El liderazgo colectivo en la Agenda 2030: una década para la acción ” en la que analiza el grado de conocimiento e implementación de la Agenda 2030 en las áreas más significativas de las organizaciones y pone de relieve la necesidad de impulsar un liderazgo colectivo para alcanzar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Como punto de partida para analizar y potenciar el liderazgo colectivo en ODS dentro de las empresas españolas, la Red Española ha realizado una encuesta sobre la integración de los ODS a 411 directores/as de 161 entidades adheridas al Pacto Mundial, los cuales pertenecen a 13 áreas departamentales, desde la dirección ejecutiva o máximo cargo hasta el departamento de recursos humanos, de marketing o de compras.

El estudio, entre otros aspectos, contempla el impacto de la crisis de la COVID-19 en la integración de la sostenibilidad. En este sentido, un 84% de los directores de área consultados opina que la pandemia no afectará a su trabajo en el ámbito de la sostenibilidad o que mejorará su integración. Una afirmación que cobra un peso importante en la dirección ejecutiva y el consejo de administración donde un 53% piensa que no afectará y un 30% respalda el impacto positivo de ésta. Esta última aseveración es una clara declaración de intenciones de los dirigentes empresariales a favor del lema de la recuperación post-COVID-19 de Naciones Unidas “Build back better”, que alienta a gobiernos y empresas a promover una recuperación basada en criterios de sostenibilidad y resiliencia.

La sostenibilidad fortalece la resiliencia, entendida como la capacidad de adaptarse a situaciones adversas. Una economía más sostenible es también una economía más resiliente; contar con un sistema financiero y con empresas que no solo pongan el foco en el crecimiento económico, sino también en aspectos como la protección de la salud, la innovación, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero o la lucha contra la desigualdad favorece la viabilidad y estabilidad a largo plazo de los mercados y las inversiones y protege a la economía de futuros episodios de alta inestabilidad financiera.

Los ODS pretenden abordar problemas actuales y futuros que pueden desembocar en importantes crisis económicas y sociales, por ejemplo, el cambio climático y sus efectos, la pérdida de la biodiversidad, el agotamiento de los recursos naturales o futuras pandemias. Según un estudio de la Universidad de Oxford, los planes de recuperación de los gobiernos que incorporen objetivos climáticos pueden incrementar la resiliencia frente a futuras crisis y desastres, crear empleos de calidad y reducir las emisiones y la contaminación.

La crisis generada por la COVID-19 ha demostrado que, proteger a las personas y al planeta es fundamental para proteger a la economía. También cada vez más la sociedad demanda colocar a las personas y al medioambiente en el centro de las agendas gubernamentales y empresariales. En este sentido, según una investigación realizada por el Banco Mundial, 3 de cada 4 personas en todo el mundo esperan que sus gobiernos desarrollen un plan de recuperación tras la crisis del coronavirus que sitúe el cuidado del medioambiente como prioridad, porcentaje que en España se sitúa en el 77% de la población. Por otro lado, el 97% de los españoles cree que hay que destinar más dinero a la sanidad pública.

Clara Arpa, presidenta de la Red Española del Pacto Mundial, explicó que “creemos firmemente en la inmensa capacidad transformadora de las empresas, tanto en el potencial de liderazgo empresarial por parte de la alta dirección, activando la integración de los ODS en el conjunto de la organización, como en el liderazgo colectivo que ejerce cada una de las personas integrantes de la empresa a favor de la consecución de la Agenda 2030.”

Para animar a las empresas a promover el liderazgo colectivo dentro de la organización, la Red Española propone 10 claves que incluyen desde la integración de los Diez Principios y la Agenda 2030 en la estrategia de la empresa, a la incorporación en el sistema retributivo de la compañía de variables ligadas al desempeño en sostenibilidad.

Pese a la gran importancia de los ODS y la Agenda 2030, entre las conclusiones de la encuesta llama la atención que, a pesar de que un 71% de los directivos/as de área afirman tener un amplio impacto sobre la Agenda 2030 a través de sus actividades, tan sólo el 61% afirma conocer la Agenda 2030 en profundidad. Para poder profundizar en la consecución de los objetivos hacia 2030 es necesario que se avance en su conocimiento.

Por otro lado, la encuesta también analiza las acciones puestas en marcha para la integración de la Agenda 2030 dentro de la organización, entre las que destaca la inclusión de ésta dentro de la estrategia del departamento. Esta medida es llevada a cabo principalmente por las áreas de sostenibilidad y medioambiente, con un 92% y un 70%, respectivamente, mientras que los departamentos financieros, de compras y de cumplimiento normativo escasamente incluyen el marco de la Agenda 2030 dentro de su estrategia (en torno a un 33%).

El mapeo sobre los ODS, por su parte, se lleva a cabo en mayor medida por el área de sostenibilidad y por la dirección y consejo de administración, con un 77% y un 58%, respectivamente. Como áreas de mejora se sitúan el establecimiento de compromisos públicos, llevado a cabo únicamente por un 36% de los encuestados, así como la formación en ODS pues, en este sentido, la media de formaciones en ODS ofrecidas por las compañías a los empleados de sus diferentes departamentos se sitúa en apenas un 27%.

Según Arpa, “es importante que la integración de los ODS se de en todas y cada una de las áreas de la empresa, no sólo en el departamento de sostenibilidad, puesto que todas ellas tienen impacto en la Agenda 2030. Estamos hablando de un marco transversal que debe situarse en el centro de la estrategia de la compañía con el objetivo de iniciar el camino hacia una recuperación mejor de la crisis provocada COVID-19. Y es que, ahora más que nunca, necesitamos que el sector empresarial lidere la transformación hacia sistemas más equitativos, responsables, sostenibles y resilientes.”

El mundo empresarial también pide activar medidas urgentes. Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial también llama a construir unos cimientos completamente nuevos para los sistemas económicos y sociales a nivel global con el objetivo de crear un mundo más equitativo, sostenible y próspero. Por último, la Agenda 2030 ofrece además importantes oportunidades para estimular el crecimiento económico y para la búsqueda de nuevas oportunidades para las empresas. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha elaborado un Plan de Recuperación Sostenible para el periodo 2021-2023 con un foco especial en el impulso de las energías renovables o el transporte limpio. De llevarse a cabo este plan, el PIB mundial podría aumentar en un 3,5% y se salvarían o crearían 9 millones de empleos hasta 2023. Además, reduciría en 4.500 millones de toneladas las emisiones de gases de efecto invernadero y se proporcionaría acceso a electricidad a 270 millones de personas en países en con economías más vulnerables.

En la Unión Europa (UE), la aplicación de los principios de economía circular en los modelos de producción y consumo en la región podría hacer aumentar el PIB de la UE en un 0,5% adicional hasta 2030 y crear unos 700.000 puestos de trabajo nuevos10. La aceleración de los planes gubernamentales y empresariales de descarbonización de la economía en concreto y del impulso de la sostenibilidad en general pueden impactar muy positivamente en la generación de empleo y por tanto en la recuperación económica.

Presentada con motivo del quinto aniversario de los ODS, la publicación está también enmarcada en el inicio de la Década para la Acción por los ODS – proclamada por el Secretario de Naciones Unidas Antonio Guterres para los próximos 10 años -, y en plena pandemia provocada por la COVID-19, en la que ahora más que nunca se necesita el esfuerzo colectivo para hacer realidad la Agenda 2030. Es, de hecho, la Década para la Acción un capítulo con un gran peso dentro del documento, en el que se plantean la movilización, el aumento de la ambición y el desarrollo de soluciones innovadoras como ejes de la misma.

Precisamente para aumentar la ambición empresarial en ODS, la publicación incluye la presentación del SDG Ambition, un nuevo marco de aplicación de los ODS creado por el Pacto Mundial de Naciones Unidas con el objetivo de servir de hoja de ruta para la integración de los ODS y los Diez Principios del Pacto Mundial en cualquier estrategia empresarial. De este modo, el documento explora a lo largo de sus páginas los tres elementos principales del marco: fijar la ambición en la estrategia y en la gobernanza, integrar los elementos estratégicos en todas las operaciones e impulsar el compromiso de los grupos de interés.

En definitiva, la crisis de la COVID-19 ha provocado la necesidad de impulsar un ámbito adicional a los tres identificados por Naciones Unidas en la Década de Acción (movilización, ambición e innovación): el llamado Build Back Better o la necesidad de reconstruir un futuro que sea mejor. Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas pide a todos los actores del planeta aprovechar los procesos de recuperación de la actual crisis para colocar a la Agenda 2030 en el centro de las estrategias gubernamentales y empresariales como garantía para el crecimiento económico y para el desarrollo de sociedades sostenibles, resilientes e inclusivas. El futuro que no espera puede ser mejor, lograrlo depende de nosotros.

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